ANIMA MIS NINFAS
Ella, mi amada, me dijo:
-Anima mis ninfas.
Y yo la llevé por los montes de Moradillo
Y Fuentenebro (en Burgos)
Por donde nadie nos vea.
Junto a un hoyo de huesos y calaveras
Conocido como Becerro de Behetrías
De jabalíes y cervatillos
Yo la quité la braga
Espatarrándose ella
Abriéndome de par en par
Su hermosa castaña de pelos negra.
-Anima mis ninfas
Me volvió a repetir.
Yo, convertido en terrible fiera
Con el cuerno de un rinoceronte
Comencé a intentar
Cortarle sus ninfas
Y, con su clítoris
Hacerme una halagüeña cena.
Su castaña me pareció un conejo
O una tórtola sin cabeza.
-Corta y come, serranito
Corta y come
Que, luego, yo beberé leche
De tu cuerno nacido entre dos huevos
Que, ahora, siento dormidos
Aunque les pase la lengua.
El cuerno rajó sus labios
Y sus ninfas enteras.
Su clítoris quedó temblando
Como el badajo de una campanita de iglesia.
Cuando el cuerno llegó a su punto álgido
Los gritos que ella daba
Hicieron temblar todo el monte
Llegando hasta San Miguel de Bernuy
Y Las Hoces del río Duratón
Hasta donde llegaron, también
Mis briosos espermas
Cuando me bajé en marcha de ella.
-Vuelve, serranito, vuelve
Vuélvemela a meterla.
Es lástima que se pierda tanto esperma.
-No, hija, no.
Si se pierden, que se pierdan
Le grité yo.
Yo no me vuelvo a por ellos
Ni caso mi cuerno de rinoceronte
Con tu castaña halagüeña.
Aféitate esos pelos tan altos
Que la rodean
Tan largos como los que rodean los pezones
De tus tetas.
Mañana probaré con la yegua de mi padre
Y tú cósete las ninfas y los labios
Para que tu castaña relinche
En estos montes de Moradillo
De la Ribera del Duero.
Y recuerda que, al montar en tu burra
La espada se me cayó
¡Maldita sea¡
-Daniel de Culla